En negra noche incipiente, desquiciante, sola,
Frio viento entrando por la ventana, posándose en mi Alma,
Ojos cerrados, empavesados buscando espejismos,
Destrozando recuerdos, añorando Historias
De felicidad no antes apreciada…
Mi Alma disponible, rendida a su ausencia,
Hambrienta de tan solo un murmullo.
Soy objeto de la vejación de la soledad que me grita
que dependo de su mirada , de sus labios, del toque de su mano
que me vuelve esclava de sus deseos, a sus caprichos
haciendo emerger de la nada a una demente ansiosa del placer…
Mi cuerpo desnudo se agita anhelante por sus caricias,
El roce de mis dedos quema en mi piel, erizándola, incitándola,
Se humedecen mi boca, se pierden entre mis piernas,
Soltando mi cabello me poso a mi costado,
La luna forma mi sombra en la pared,
Exhalo un suspiro, logro ver mis ojos reflejados en la Ventana
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