Cereza

Cereza

lunes, 20 de diciembre de 2010

Tacones de 15 cm y un Abrigo


Tacones de 15 cm, medias de red, liguero y un abrigo negro que llega a los talones, fue todo lo que vestía esa noche… abrió la puerta de su casa, entre lentamente, me detuvo y quito el abrigo con una perversa mueca sonriente, mi cabello estaba suelto, llegaba a mis hombros, aun había humedad en el, se acerco y olio mi cuello, el aroma del perfume que mi cuerpo emanaba era delicioso, me sentí linda.

Se coloco detrás de mí y paso su mano por mi espalda deteniéndola en las nalgas y les dio un apretón…  veía que su pertenencia estuviese en buen estado, su mano alcanzo mi pecho y me pellizcó con fuerza el pezón

-Vamos a la cama Puta, te tengo una sorpresa-

Camine hacia allá detrás de El, como su perra, abrió su puerta y vi su cama perfectamente acomodada, las sabanas tintas, almohadas blancas al centro, la cadena atravesando la cabecera de la cama, esposas por las esquinas para cada una de mis muñecas, lubricantes, condones, látigos y justo en la esquina estaba una CAM apuntando al centro de la cama, frente a esta una pantalla de televisión que mostraba el centro de la cama, un escalofrió recorrió mi piel, esa noche seria especial…

-Acuéstate Putita, tengo muchas ganas de ti…

De un aventón caí en la cama, me acomode justo en medio, coloque mi cabeza en las almohadas blancas, tiro de mi mano derecha aprisionándola con unas esposas al igual que la izquierda, mis pies eran amarrados con cuerdas abriéndolos, obligándolos a mostrar mi sexo depilado, húmedo, ansioso de ser usado, se acerco a mi rostro y con sus dedos delineo mi rostro toco mis labios y los metió a mi boca, con delicadeza mi lengua los recorrió y cuando los saco deje mi boca entre abierta entonces metió esa bola negra que abarcaba mi boca, tuve que abrir un poco más de lo normal para que entrara, apretó con fuerza la correa, mi lengua quedo debajo de ella sin poder moverse, no pude decir ni una sola palabra más… y lo vi, de un solo tirón sacaba el cinturón de su pantalón doblándolo para darme con el en las piernas, cerré mis ojos para poder resistir un poco pero no pude, no solo daba en mis piernas, también en mi estomago, en mis Senos, y en algunas ocasiones en mi pubis, era cuando mas intentaba gritar, las lagrimas brotaban sin problemas, El no miraba mi rostro, contemplaba mi piel que con cada golpe se enrojecía cada vez más, hinchándose, grite tanto como pude, pataleaba,  fue cuando me miro dejando el cinturón de lado, se acerco y me dijo:

-No habrás olvidado a nuestro amiguito, ya teníamos mucho sin usarlo-

Me mostro ese consolador que uso la primera vez que nos vimos, un doloroso plástico en forma de tornillo, que después de un rato de ser usado es más que doloroso, se sentía que enchilaba… con ojos suplicantes le pedía no lo usara, no podía mover la lengua, ya los gritos no eran suficientes, lo metió en mi vagina lentamente, sentí como la piel brincaba en cada borde, estando dentro de mí lo saco y metía con rapidez, de momento se curvaba mi espalda por el dolor que me daba pero he de aceptar que también lo disfrutaba, era un dolor intenso, entraba al fondo de mi de forma placentera pero su salida era dolorosa, una experiencia diferente al primer encuentro que tuvimos ese consolador y Yo.

Esa sensación no me provocaría un orgasmo ya que al tiempo se estaba poniendo muy incomodo el roce, mi Señor lo dejo dentro de mí, acerco su cara a mi clítoris y comenzó a jugar con su lengua en el, lamia y jalaba, el calor de su aliento me hacia disfrutar, se alejaba  en ocasiones solo para mover el  consolador, mis ojos se mantenían cerrados el mayor tiempo posible, mi Señor me ordeno mirara la imagen en el monitor, mencionaba lo linda que se veía, abrí los ojos y mire mi cuerpo, el consolador dentro, mi cara sudada, y esa bola negra en mi boca, aun con el dolor que me provocaba me veía excitante, me guste…

Mi Señor ya tenía en sus manos un masajeador enorme, estaba conectado a la luz y vibraba, zumbaba, lo puso en mi clítoris que ya estaba hinchado por la excitación, en menos de un minuto ya tenía un orgasmo, moje las sabanas, mi AMO se dio cuenta de esto pero no movió el aparato, la sensación era más intensa en cada ocasión, la sensibilidad de mi clítoris era tal que esa vibración me provocaba otro orgasmo casi de inmediato volví a mojar la sabana, mi AMO tomaba el consolador de nuevo y lo movía con fuerza, era cuestión de segundos para que me viniera de nuevo pero quito aparato de mi pubis antes de que sucediera.

Mi AMO agarro entre sus dedos mi clítoris y lo comenzó a mover , a apretar, decidió soltarme los pies , creí que los dejaría libres pero los junto y amarro con esa cuerda gruesa, el sobrante de la cuerda la paso por mi cuello jalándola para que mis piernas se doblaran y dejaran mis orificios a su disposición, subió a la cama y se coloco frente a mí, tomo su miembro ya erecto por la excitación, el consolador aun ocupaba mi vagina así que de un tirón lo saco para poder entrar en mi, se metió de un golpe, mi entrada vaginal aun estaba lastimada por el consolador, fue doloroso pero al sentir como abría mi interior olvide el dolor...  Mi Señor me poseía, entraba tan dentro de mí que topaba, su ritmo era atormentadoramente delicioso, de inmediato sentí como venia un orgasmo, busque sus ojos para tratar de hacerle entender lo que pasaba pero no pude, era demasiado intenso, demasiado rápido, me vine y al sentir mis contracciones me dio una bofetada diciéndome que no debí haberlo tenido, mis ojos mostraban el arrepentimiento pero no fue suficiente, mi Señor salió de mi y entro en mi Ano, }Yo estaba totalmente cerrada y sin lubricación, por la posición en que estaba fue fácil que entrara en mi, su penetración logro provocar una lagrima mas en mis ojos, su mano busco rápidamente y logro encontrar el consolador de tornillo que volvía a mater en mi vagina que chorreaba por mi última venida, se movía con fuerza, cerré los ojos para concentrarme en todas esas sensaciones que me provocaba, salía otra lagrima, escuche su voz que ordenaba me viniera YA, de inmediato mi cuerpo lo obedeció, no se forzó en absoluto, lo disfrute enormemente.

Mire el rostro de mi Señor sonreía por el placer que le daba el penetrarme Analmente, dejo de mover el consolador y solo tomo mis nalgas con fuerza para apretarlas a su miembro, su voz era un gemido que gritaba –Ahhhggg—apretaba con más fuerza cada vez, sentía sus uñas enterrarse en mi piel, de pronto cambio el ritmo, se volvía lento, sin dejar de entrar y salir, sin dejar el ritmo lento, continuo… se escuchaba de manera curiosa una especie de chapoteo, mis fluidos había bañado su miembro dándole la lubricación adecuada a mi Ano para que siguiera y siguiera sin provocarse ningún roce en su miembro, eyaculo en mi Ano, lo disfrute muchísimo, fueron minutos de gozo para mí al saberme disfrutada por mi dueño, por mi AMO…

Seguí esposada por mucho rato aun después de que el termino, llevo un poco de agua fría a mi boca, que ya no tenía la borla negra, la bebí ansiosa, El se acostó a un lado mío y movió la computadora para reiniciar el video que tomo de la noche, lo miraba y jugueteaba con mi piel desnuda, pasaron cerca de dos horas más hasta que termino el video, mis manos ya no las sentía, mi AMO, me sonrió diciéndome que era una buena puta y que hoy no me dejaría dormir atada, le agradecí con una sonrisa, El beso ligeramente mis labios y libero mis manos.
Al verle a los ojos le dije gracias, gracias por permitirme servirle para sus deseos, gracias por permitirme recibir sus caricias, gracias por permitirme ser su ESCLAVA.

martes, 7 de diciembre de 2010

Sexo, Sexo y sexo...



Es curioso como a veces se dan las cosas sin querer, como cuando participas sin realmente participar…

El viernes pasado se atravesó un compromiso personal y tuvimos que hacer una pausa en espera mi Señor y yo, como andábamos cerca del centro pues decidió que fuéramos al bar de costumbre por un licor y a esperar que se diera el tiempo para volver a aquel compromiso y terminar la noche, Yo creí que esa noche seria calmada, serena, de platica y licores, pero pues no se dio así y fue una loca noche de sexo y sexo y sexo…

Llegamos al bar y nos encontramos con un par de amigos, al ser viernes no había mucha gente en el lugar, después de saludar nos dirigimos a un sillón junto a la pared, estábamos con los tragos en la mano y pues el ambiente nos dio oportunidad a besarnos y darnos unas caricias mas intimas… si se me permite decirlo parecíamos chicos de preparatoria, tocándonos por encima de la ropa, mirándonos como unos cómplices de la emoción del momento, de repente las caricias fueron interrumpidas con la llegada de un par de amigos mas, al retirarse de con nosotros volvimos a ese jugueteo… Me incline un poco por su costado y pude tenerlo de frente a mi, su mano inmediatamente se coloco en mi senos por encima de mi blusa, me sonrió tan seductoramente que fue un impulso en mi el besarlo en su boca, mi Señor metió entonces la mano por debajo de mi blusa y apretó mis senos, sin dejar de besarme su otra mano fue por debajo de mi falda, yo instintivamente abrí las piernas subiendo una a su pierna para que pudiera llegar a ese lugar que buscaba, sentí como sus dedos fríos llegaban sin prisa a mi entrada vaginal, entonces sus besos se volvieron mas fuertes, sus dientes rozaban mis labios con fuerza, mordía de cuando en cuando mis labios, mi lengua… mi cuerpo mostraba que se excitaba ya que mi respiración era mas agitada y mi humedad interior crecía.

Seguimos besándonos fuerte, agresivo, candente, así por mas de 15 minutos, hubo una pausa solo para decirme que fuéramos al cuarto oscuro del lugar, ese espacio esta reservado especialmente para aquellas parejas que desean mas que besos o caricias, se paro y tomo su trago indicándome yo tomara el mío, nos encaminamos el cuartito… al entrar vimos que estaba solo, tres sillones mullidos con cojines, un par de sillas, mesitas, un par mas de taburetes de piel, mi Señor se encamino a uno de los sillones se sentó justo en medio y se bajo el cierre dejando salir su miembro que ya palpitaba exigiendo entrar en su esclava.

--Siéntate en la verga Perrita—

Solo basto que subiera un poco la falda para poder colocar mis piernas a los lados de la cadera de mi Señor, el detuvo su miembro para que entrara en mi, sentí como su punta entraba en mi húmeda y caliente vagina, cerré los ojos para enfocar mi atención por completo a sentir como abría mi carne, estaba tan firme, tan grueso… abrí mis ojos para mirar los de El, me disponía acercarme a besarlo cuando de repente me dio una bofetada haciéndome volver a la realidad, baje la mirada.

--Entiérratela Perrita, Menéate—
Mis caderas se movían al compás de la música del bar, mi Señor bajo la blusa dejando mis senos al descubierto para poder morderlos a placer, con sus manos en mi espalda me acerco a El haciendo que me sostuviera del respaldo del sillón para no aplastar su cara con mi cuerpo, lamia y mordía mis senos, sus uñas se enterraban en mi espalda, esas uñas que pareciera las cortaba intencionalmente para que quedaran puntiagudas, filosas… bajo las manos a mis piernas indicando con que frecuencia quería los movimientos de mis piernas, me hacia subir y bajar con fuerza como si quisiera con esos movimientos entrar mas profundo cada vez, topaba ya en lo mas profundo de mi y aun así lo repetía con mas fuerza cada vez. El placer era tal que pedí por favor me dejara tener un orgasmo y me dijo NO. Me detuvo y se paro

– En cuatro Perra—me coloque en posición y entro con la misma fuerza, me movía, me detuve con los codos en el respaldo del sillón

 --termina perra, termina ya—su orden fue cumplida de inmediato estaba en ello cuando recibí unas deliciosas nalgadas que incrementaron mi placer, me sentía tan de El en ese momento, cuando termino mi orgasmo se retiro de mi y se sentó de nuevo en el sillón, cuando lo seguí me dijo cerca de mi oído

 --Teníamos publico Perrita--… No me había dado cuenta que en el fondo del cuarto estaba un chico que se masturbaba mientras mi Señor me poseía, solo se me ocurrió tomarle un poco a mi bebida.

Seguimos sentados con la intención de terminar nuestras bebidas cuando entro una pareja frente a nosotros se besaban y se acariciaban muy apresuradamente como si les estuviesen tomando tiempo, de pronto otra pareja mas que sin tiempo de besuqueo la puso de espaldas y entro en ella con intensidad, la chica que recibía las embestidas gritaba como quien le estuviesen propinando una golpiza, el chico solo la tomaba de las caderas y seguía embistiéndola rudamente… entro en ese momento otro chico que se paro al lado, saco su miembro se masturbaba observando la escena con ojos entrecerrados… la primer pareja que llego ya se encontraba casi desnuda, los senos de la chica estaban pegados al pecho de su pareja, con una pierna en la silla era penetrada con un ritmo cadencioso, entonces llego a el cuartito otra pareja, se les unió, las chicas se besaban y los chicos uno en cada extremo acariciaba lo que podían, uno de ellos desnudo a la nueva chica dejándolas a ambas en cueros, ellas se besaban, se tocaban, lamían sus senos, mientras que sus acompañantes las observaban e igual buscaban sus orificios para penetrarlas y compartir su lujuria, sus placeres, de pronto una pareja mas se les unía haciendo ya una complejidad de manos, senos y caricias…

Mi Señor observaba todo aquello con cuidado, igual yo, uno de los chicos que llego solo al cuarto nos vio y hizo la seña de que lo acompañáramos en la maraña de brazos, mi Señor dijo NO, gracias —entonces el chavo cambio su mirada a mi rostro y acerco su mano a mi invitándome a participar, mi Señor de un golpe la aparto y dijo -- NO, no lo entiendes?—

En ese momento no aparto mas la mano sobre de mi pecho, me mantuvo detrás de su brazo, yo me sentía como una niña, me sentí protegida, cuidada, mimada… entre tanto los chicos que se organizaban en intercambio de fluidos se iba separando poco a poco, de pronto en un momento nos volvimos a quedar solos en la habitación, mi Señor volvió a buscar mi cuerpo para seguir con su placer, volvió a abrir su pantalón y me indico que me enterrara su miembro en mi, gustosa obedecí, me moví sin que lo pidiera, mi interior daba de si al recibir su miembro.

--Así Puta, muévete mas, disfruta mi verga, ensártate DURO—

Sus palabras motivaron mas mis movimientos mi Señor decía entre susurros que sentía el fondo de mi, el lo llama –Nudo—es el cuello de mi matriz que al rozar con su frenillo le provoca una sensación especialmente deliciosa, lo siente rugoso, diferente a todo lo demás que es mas suave… cuando me dice que lo siente yo hago lo posible por no perder ese movimiento, esa profundidad, me gusta saber que puedo ofrecer a mi AMO un placer especial.

--Así Puta, Exprímeme, Saca mi leche—

Seguí moviéndome igual, disfrutando cada roce conforme salía de mi, y de nuevo al entrar, provocándome un placer increíble al sentir nuestra humedad compartida, el sonido de nuestros fluidos se escuchaba aun con el fuerte vibrar de la música en el exterior, sus labios pegados en mis senos succionándome, sus dientes aprisionándome para que no me quite de El, sus uñas incrustándose en mis nalgas, la sensación del dolor y el placer me  invadían envolviéndome en una burbuja de erotismo

--que bien te mueves Puta, que rico, mas, mas---

Mi Señor estaba por eyacular en mi, seguí moviéndome hasta que sentí como me inundaba mi interior, la posición en que estaba junto con la gravedad hicieron que todos esos líquidos salieran de mi ya que no deje de moverme aun cuando mi Señor ya había terminado, El seguía sintiendo los roces en su interior disfrutándolos con los ojos aun cerrados, le dije Gracias por dejarme sentir su placer.

Me quede ahí sentada con su miembro dentro de mí, entonces me dijo

--Esta Putita aun No me da lágrimas hoy. Que podré hacer para poder saborear sus lagrimas?— La habitación se volvía a llenar de parejas buscando donde tocarse, creí que eso lo detendría ya que una hora antes solo habíamos visto el como se comportaban ellos dentro de su lujuria… me equivoque.

Me retiro de El y me acomodo en el sillón… comenzó con un dedo, dos , tres, de pronto sentí como metía su mano sin clemencia en mi interior, mis pies que estaban quietos en la orilla se estiraban, mis manos solo podían afianzarse de lo mullido de aquel sillón, no pude ni gritar, mi voz se ahogo en un quejido de placer que me llevaba a tener un orgasmo tras otro sin pausa entre ellos, de mis ojos brotaban lagrimas de placer, mi boca abierta era tapada por la mano libre de mi Señor que también tapaba mi nariz impidiéndome respirar, me sentí atrapada en ese breve espacio, de pronto en medio de un plaf sacaba su mano de mi dejándome mas que satisfecha.