Cereza

Cereza

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Esa Mano...

Hoy, antes de las 6 ya estaba despierta, me di un baño caliente, disfrutaba el agua golpear mi cara, al estarme enjabonando imaginaba que mis manos eran las de El paseándose sobre mi piel mojada, resbalosa, deslizándose con facilidad por mis senos, entrando en mis pliegues, limpiándome, dejándome apta para ser suya.

Al salir me prepare como siempre, falda corta, blusa ligera, sin ropa interior, solo unas gotas de perfume, siguiendo sus instrucciones al pie de la letra. Unos minutos después de las 8am me llegó un mensaje –Ya llegue, Ven perra— Salí inmediatamente, entre a su auto y al estar sentada a su lado metió la mano en mi entrepierna, sonrío, me beso metiendo su lengua y jugaba con la mía…

Esta ves fuimos a su casa, al llegar se coloco en el sillón y me ordeno me acomodara en su regazo boca abajo ya que me daría de nalgadas, lo hice preguntando el porque del castigo si mi comportamiento no había sido malo, pero me recordó que no mande un archivo a su correo y eso era motivo suficiente, tenia razón, merecía la reprimenda…subió mi falda dejando mis nalgas al descubierto, las acaricio por unos segundos y dio la primer nalgada…No, no dijo cuantas daría, solo sentía como se calentaban, el siguió hasta que se pusieron rojas, les dio un pequeño beso al tiempo que me hacia ponerme de pie.

Ordeno que me desnudara y me inclinara abriendo mis nalgas con las manos para mostrarle mi ano, lo hice sin perder tiempo. Dijo que tenia unos lindos orificios y paso la lengua por mi Ano, me hizo estremecer…me tomo de la mano y llevo a su cuarto, ya estaba preparada la cama solo con una sabana de color tinto, a un costado un vibrador doble de color rosa, liquido lubricante, un látigo que terminaba en muchas puntas de color negro y una cámara fotográfica, por un momento me detuve y escuche que con una voz cariñosa me indicaba --inclínate putita— metió sus dedos a mi Vagina hurgando lentamente, se acerco a mi y entro en una acometida fuerte que me hizo dar un pequeño quejido, se movió con fuerza amarrándome de la cadera para que no pudiera quitarme, lo hacia cada vez mas fuerte, sentía como topaba en el fondo, como forzaba mi interior para darle completa cabida a su miembro, me dolía pero al mismo tiempo lo disfrutaba, hubiese tenido un orgasmo pero se retiro diciendo que no me moviera, agarro la cámara y tomo un par de fotos de mis glúteos.

--Acuéstate boca arriba y abre las piernas-- Ordenó.

Me acomode justo en medio de la cama, abrí las piernas y cerré los ojos, escuche el clic de la tapa del lubricante y después el zumbido del vibrador, sentí como el frío plástico entraba en mi interior la cabeza del pene de plástico giraba dándome una sensación rica, esa otra parte del artefacto que daba a mi clítoris parecía una lengua de serpiente, su vibrar era delicioso y me dio mas humedad en mi interior, me ordeno lo sostuviera en ese lugar mientras se movía hacia mi rostro colocando su miembro en mi boca para que comiera de el –lame como la perrita que eres—pase mi lengua por su glande se acerco un poco mas y pude pasarla por su tronco hasta sus testículos, metí con cuidado uno a mi boca, lo movía con mi lengua y succionaba con cuidado, regrese de nuevo a su glande me detuvo y metió sus dedos a mi boca abriéndola y metió su miembro dejándolo unos segundo ahí, no pude aguantar mucho y me retire…

El solo negó con la cabeza, volvió a colocarse entre mis piernas abiertas y comenzó manipular mi clítoris, su lengua me tocaba mi clítoris, lo jugaba con habilidad recorriéndolo, succionándolo, envolviéndolo en ella, su aliento caliente hacia que incrementara la sensación, mi humedad se incrementaba, pedí permiso para tener mi primer orgasmo del día, no dijo nada, solo seguía comiendo de mi, me vine… pero El no dejaba de lamer, de succionar, intente quitarme, se apodero de mis caderas y seguía y seguía comiendo de mi, ya no era agradable, la sensación era dolorosa, no pude mas y me di un sentón haciendo que se separara de mi a la fuerza, me ordeno me acostara de nuevo y Yo lo hice, se movió y puso su mano en mi entrepierna, sentí como metía un dedo, luego otro y otro, era muy placentera la sensación, pero luego otro, eran ya 4 dedos y seguía provocándome placer cada vez con mayor intensidad, fue cuando sentí como se abría mi carne no solo tenia ya los 5 dedos de su mano sino que intentaba meterla!! me tuve que mover grite –no Señor, duele—pero le importo, metió su mano hasta la muñeca provocándome uno de los orgasmos mas fuertes que yo haya sentido en mi vida, la respiración se me iba en un grito, ni siquiera trate de moverme, trate de recobrar el aire cuando comenzó a girar su mano sobrevenía un orgasmo tras otro… Mas de 50 latigazos NO me hicieron gritar como esa Mano en ese momento, eran gritos que se cortaban con cada contracción que tenia al venirme, moje las sabanas, moje el colchón, quede empapada de mis nalgas… la boca de mi Señor se encargaba de comerme el clítoris en lo que su mano no dejaba de moverse dentro de mi y como si me hubiese escuchado de pronto saco la mano de un tiron, grite de nuevo, de mi salía liquido transparente, no se que cantidad de veces me vine, no lo se…

Me cubrió con su cuerpo introduciendo su miembro en mi vagina, se sonreía al decir que seguía apretándolo delicioso, su miembro topaba de nuevo en mi fondo, todo estaba muy sensible y ese roce que tenia me estaba provocando de nuevo placer, mi cuerpo se endureció al sentir tendría otro orgasmo, se dio cuenta de esto, espero a que lo tuviera y de nuevo se salio sin previo aviso para meter de nuevo su mano en mi, no se que fue, la intensidad estaba mas Allá del dolor, mas allá del placer, mi cuerpo explotaba en sensaciones, mi espalda se arqueaba, mis brazos se afianzaban de la cama, mis piernas dobladas me separaban de la cama, un grito en mi garganta, lagrimas en los ojos, me quede sin aliento, me retorcía en la cama, era casi imposible el soportarlo, fue un SUPLICIO DELICIOSO… después de un minuto o dos saco su mano de nuevo dejándome ahí, extenuada, agotada, era un harapo…Me abrazo y dijo –así, una putita cansada—me quede dormida en sus brazos, dándole gracias por ser mi AMO.

martes, 28 de septiembre de 2010

La Mascara.

Me dio la oportunidad de verlo de nuevo al siguiente martes, llegue con 5 minutos de tardanza, sabia que me castigaría por hacerlo esperar, al ver su sonrisa me sentí reconfortada pero al ver sus ojos me temblaron las piernas, no sabia que tenia en mente pero se que disfrutaba el solo hecho de planearlo, se estremeció mi interior, se humedeció mi entrepierna…

Al estar a su alcance me tomo de la cintura con una mano y con la otra tomo mi cabellera y me acerco a su boca, tomo mis labios besándolos con impaciencia, sentí sus dientes rozarlos, como su lengua se metía y jugaba con la mía, se separo solo un poco para decirme –llegas tarde putita—me disculpe por el trafico, aun cuando salí con tiempo de sobra no pude llegar antes, pero no dijo nada solo sonrío.

Me tomo del brazo y fuimos a su auto, nos encaminamos a el Motel platicando de cualquier nimiedad en esos minutos, al llegar observe la cama era de tipo colonial, tenia una cabecera de metal, postes altos en las 4 esquinas de la cama, me tiro a la cama y ordeno abrir las piernas… me toco y rectifico que siguiera depilada, me aclaro subiríamos de tono en cada ocasión hasta hacerme una esclava disciplinada, me ordeno me desvistiera coloco en mis manos unas esposas pasándolas por la cabecera, abrió mis piernas y las ato a los postes, mis ojos lo seguían en cada movimiento que hacia, observe como cuidadosamente colocaba la maleta en la mesa de a un lado, saco una mascara de piel con cierres en ojos y boca, el verla no fue problema, fue al notar esos ojos que me hizo estremecer, se le notaba el como disfrutaría lo que estaba por pasar, su boca se entre abrió y alcance a ver su lengua como se paseaba lentamente por sus dientes, tuve una contracción interna en ese momento.

Se acerco a mi y me dijo –esto es por llegar tarde- entonces me mostró en su mano una mordaza, la mascara había acaparado mi atención, nunca me fije que saco una tira de piel con una pelotita de color rojo, la metió en mi boca y la ato por detrás, inmediatamente después me ponía la mascara cerrada, por un momento me sentí claustrofóbica pero en segundos comprendí que lo merecía por mi falta. No me moví.

Escuche como cortaba el viento el látigo, me estremecí, trate de concentrarme para saber donde me tocaría pero no pude, en ese momento lo sentí en mi muslo derecho, fué en varias ocasiones hasta que cambio al izquierdo, mis senos sintieron al igual sus caricias, estuve a punto de gritar cuando toco mi entrepierna, me contuve, no me movía, no gritaba, no hacia nada, solo recibir mi correctivo.

Creo que eso lo sorprendió ya que me dijo que –que linda perrita, no hace ruidos—al tiempo que acariciaba mi piel punzante, hinchada… con una carcajada dijo que no necesitaba los amarres de los pies para lo que venia, al desatarlos ordeno me diera vuelta, lo hice, las esposas lastimaban mis muñecas, mi espalda quedaba al descubierto, sabia me tocaría con su látigo pero no fue así… levanto mi cadera y coloco un par de almohadas dejando mis orificios expuestos, introdujo un par de dedos en mi vagina como si escarbara buscando algún tesoro, solo encontró humedad, metió esos dedos a mi boca ordenándome los lamiera, al estarlo haciendo me felicitaba por lo rico que sabían mis jugos, y volvía a meterlos pero esta vez pasaba esa humedad a mi ano fue cuando me dijo que lo anterior esa solo para calentar, escuche como destapo un frasco dejando caer en mis nalgas un liquido espeso que escurría, de pronto metió en mi vagina un consolador que me causo una sensación extraña, no era liso, su textura no supe definirla, después de jugar ahí un rato comenzó a tocar mi ano, lo introdujo ahí, fue doloroso, intente moverme pero me dio un par de nalgadas, me advirtió que si volvía a intentar quitarme amarraría de nuevo mis pies, metió mas aun el consolador, era necesario me quitara de ese lugar pero no pude, me dio un par de golpes haciéndome sentir mis nalgas calientes, amarro los pies dejándome inmóvil, regreso a mover ese horrible consolador que me hacia sentir caliente mi interior, ardía, fue terrible, afortunadamente no duro mucho con eso, menciono como mi ano quedaba abierto, encajaba sus dedos en mi vagina, sobrevenía un orgasmo, intente detenerlo pero no pude, en mi mente solo estaba el hecho de que no pedí permiso para tenerlo, El se dio cuenta de ello, y me lo autorizo diciendo –vente putita, mójame—lo disfrute.

Quizá fue esta sensación de placer que lo hizo querer tener algo igual entonces tomo mi cadera y entro en mi ano lentamente, aun tenia la sensación quemante del consolador mas fue disminuyendo poco a poco con el movimiento pausado que tenia, mi Señor disfrutaba como mi ano ajustaba perfecto a su miembro, la lubricación que tenia gracias al liquido que puso antes permitía deslizarse con libertad, por momentos se detenía un par de segundos dejándose entrar con una fuerte embestida que me hacia arquear mi espalda por placer, ordeno me moviera, El se quedo quieto dejando mi cadera moverse, al estar sobre las almohadas me dio libertad para manejar la profundidad y algo de movimiento, lo hice con gracia y persistencia, mi Señor hacia esos sonidos guturales de placer, por momentos me tomaba de las caderas para acuciar el movimiento, me deje llevar por sus manos cuando me vino un Orgasmo Anal, fue diferente, una sensación de placer que nunca había tenido, El me seguía moviendo, al sentir mi orgasmo incremento la velocidad, sus manos apretaban mi cadera, decía --si putita, dámelo, dámelo, que me vengo contigo--- mi cuerpo se arqueo, mi piel se erizaba por completo, estaba empapada por su sudor, el mío y ahora escurría por mis orificios, fui colmada en placer.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Mi Plegaria...

Amo, usted que esta conmigo todo el tiempo,

A quien puedo honrar su nombre,

Espero estar pronto de nuevo en su camino,

Para hacer su voluntad ya sea de pie o hincada,

Y pueda adiestrarme a su agrado día a día,

Sancionando mis errores, mis agravios,

Como también alguna deshonra u oprobio,

No me permita caer en una contumacia,

Y haga de mí Su esclava dócil, obediente y disciplinada.

Asi sea.



by cereza

martes, 21 de septiembre de 2010

Señor...

Si Usted me llama,

Sea por rocas o cristal de rodillas le seguiré,

Si Usted me toca,

Sea con su mano o látigo lo agradeceré,

Si Usted me habla,

Sea el tema que sea ciegamente le creeré.


Despierto a cada amanecer con el corazón complacido

Por tener una nueva oportunidad de un encuentro,

Espero en el día su llamado ansiosa de poder servirle,

Y al declinar el día con una sonrisa duermo

Al poderme demostrar que yo a Usted pertenezco.


By cereza

lunes, 20 de septiembre de 2010

Como supe que era El...

Esa búsqueda Secreta de mi Dueño me llevo a comentarlo con una amiga muy Especial, me dio una dirección de Hotmail, y me dijo búscalo quizá El te puede gustar… Yo no tarde mas de 10 segundos en enviarle una invitación por Messenger muy simple, pero clara, el mensaje fue --AMO?... sumisa--

Esa misma tarde tuvimos nuestra primer plática en la cual me preguntaba de mis necesidades, de mis inquietudes, mi motivación. Desde un inicio fui honesta, dije que buscaba que prefería si ser una sumisa o una AMA, pero siempre con una claridad de mi tendencia a ser sumisa. Platicamos en varias ocasiones, curiosamente siempre me avisaba que horas estaría en línea para cuando tuviera tiempo, platicamos muchos días hasta que creyó era tiempo de tener nuestro primer encuentro; me cito en una conocida Plaza del rumbo, muy cerca de su casa, pero me aclaro iríamos a un terreno neutral, un motel, para que me sintiera mas cómoda, seria dos días después de esa platica, un sábado, temprano 9 de la mañana y claro me dio una serie de detalles para el día.

Una noche antes, el viernes, yo me encontraba de lo mas nerviosa, pensaba en que seria de mi esa primera vez, en mi mente estaban sus palabras –nuestra primer sesión será la menos buena, mejoraran cada vez- no dormí mas allá de un par de horas, a las 6 de la mañana de ese sábado me di un baño, cuidadosamente limpie cada parte de mi piel, y con detenimiento mis partes internas también recibieron higiene adecuada, fui meticulosa, tengo años sin dejar vello pubico así que no fue problema cumplir con esa petición; al salir me vestí con la minifalda negra y una blusa blanca de botones.

No use ropa interior, al salir de casa me cubrían solo esas dos prendas y un par de zapatos negros, mi pelo recogido en un moño y unas gotas de perfume, tome un taxi y fui a su encuentro.

Al cruzar la plaza me temblaban las piernas, pero en mi rostro no dejaba de estar una sonrisa en mis labios rojos, vi como se acercaba a mi revisando el detalle de la vestimenta, cuando por fin lo tuve en frente dijo buenos días y me tomo del cuello dándome uno de los besos mas apasionados que yo haya tenido hasta entonces, sentí como su lengua se introducía en mi boca y jugaba con la mía, su otra mano ya hurgaba debajo de mi falda comprobando la ausencia de ropa interior, de alejo un poco y dijo –bien putita-.

Me tomo del brazo y me llevo al café preguntando que quería, elegí un pastel de queso y un café expresso sin azúcar, me llevo a una mesita donde nos podían ver de cualquier lado, se sentó a mi lado y abrió mis piernas metiendo de nuevo la mano, jugando con mi interior, no pude decir NO, no quería decir NO, solo abrí mas las piernas cosa que lo hizo sonreír, termine mi pastel entre platica, caminamos hacia el estacionamiento, caballerosamente me abrió la puerta, al tiempo que yo me sentaba el sacaba su miembro erecto y me ordenaba comerlo, obedecí abriendo mi boca introdujo su miembro lentamente, disfrutaba de la humedad y calidez que mi boca le ofrecía, duro así solo unos minutos en los que aproveche para conocer su textura y sabor, salio de mi y cerro la puerta, subió al coche y partimos hacia el motel, en el camino siguió tocándome mi entrepierna y esporádicamente metía su mano dentro de mi blusa apretándome los senos, fueron eternos los pocos minutos que tardamos en llegar al motel, yo ya estaba húmeda, deseosa de ser poseída.

Llegamos al motel y me ordeno subir, mientras tanto pagaba y sacaba de su auto lo que llamo “La Maletita del Terror”, cuando me encontró en el cuarto me besaba y apretaba llevándome a la cama, estando al pie de esta me aventó con fuerza a ella, caí de espaldas casi sin aliento por la excitación, fue cuando subió con rudeza mi falda y comió de mi entre mordidas y lamidas, mi excitación era tal que tuve mi primer orgasmo, El se dio cuenta de inmediato y se retiro.

Estando parado junto a la cama pregunto quien me había dado autorización de tener un orgasmo, no supe que decir, solo pude bajar mi mirada y decir lo siento, El rió y dijo, si lo sentirás, en ese momento saco un collar que puso a mi cuello, después una cuerda gruesa que uso para amarrar mis piernas dobladas cruzándolo después por los aros del collar obligándome a casi juntar las rodillas con mis senos, me coloco un antifaz y me dejo ahí en la cama por unos minutos, yo solo escuchaba como se abrían y cerraban cierres, vibraciones, mi piel se erizaba por la expectativa, pero fue cuando escuche el tronar de un latigo en la cama cuando empecé a sudar, mi respiración se agito y mi corazón casi salía huyendo, pero mi excitación fue mas intensa y me obligo a callar, fue entonces cuando sentí en mi espalda el primer golpe con el látigo, -cuéntalos- ordenó casi en un grito --uno, dos, tres-- seguí hasta el numero 30 y mi voz se quebraba, se detuvo…No vuelvas a tener otro sin permiso— respondí solo con un si Señor.

Fue cuando se acerco a mi y busco con sus dedos en mi interior, encontró mas humedad, entro en mi de un solo golpe, sentí como abrió mi carne, no tuve tiempo ni de gritar cuando salía y lo hacia de nuevo, fue delicioso el sentir su miembro erecto hurgando dentro de mi, y tuve la necesidad de preguntar si podía tener otro orgasmo, bastó con que dijera –vente putita- para que yo me viniera de tal forma que lo saque de dentro de mi, pero El entro con mas ganas disfrutando de cómo lo apretaba, me dio un par de nalgadas mas y se retiro después de unos momentos para quitarme la cuerda que apretaba mis piernas, fue entonces cuando me puso de frente y mordió mis senos, me levanto para terminar de desvestirme, me tiro de nuevo a la cama y se coloco frente ami abriendo mis piernas como un compás y entro de nuevo en mi, fue una embestida tras otra la que me hizo pedir de nuevo permiso, fue autorizado, mi espalda se arqueo con ese orgasmo mi respiración estaba incontrolable, salieron lagrimas de mis ojos. El tampoco se contuvo y se vino justo después de mi, sentí como mi interior se contraía apresando su miembro, impidiendo se saliera y El solo decía –así, que rica, así- justo después de terminar se dejo caer a mi lado, me busco y abrazo a su pecho dándome otro beso tan largo que me dejo sin aliento, fue excelente.

Después de unos minutos para calmar nuestras palpitaciones y la respiración me pregunto como me sentía, yo solo pude ver sus ojos y sonreír, me beso de nuevo diciendo que si nuestra primer sesión fue así, no esperara mucho para saber como serán las siguientes…Yo… yo solo supe que estaba en el lugar correcto, con la persona adecuada, mi pensamiento estaba en eso cuando lo escuche decir –Me tarde pero te encontré--

domingo, 19 de septiembre de 2010

Mi porque...

Según parece todo en la vida necesita una excusa de ser, un porque…

Mi porque decidí ser sumisa, quizá no es entendible para muchos pero en mi existía un vacío, un extraño hueco que no fue tocado por nadie, esa sensación de pertenencia, esa indescriptible necesidad de saber tu propósito en tu vida, algo mas que una carrera profesional, una vida satisfactoria familiar o un amor romántico de telenovela.

Fue que de casualidad me encontré con un amigo que me dio la clave al invitarme a satisfacer sus deseos carnales… No, no fue sexo lo que tuve con El, fue una sesión D/s y me abrió los ojos a la posibilidad de inmundo nuevo, de sensaciones distintas, de placeres no solo corpóreos sino emocionales. Lamentablemente no fue el indicado a seguir encontrándome, me dejo con el sabor del dulce y solo me indico el camino a la dulcería.

Comenzó mi búsqueda a mi Dueño, a mi Señor, mi AMO…

Me encontré con pseudo-Amos, aquellos que solo tienen sexo rudo y se tildan de AMOS, esos que solo tienen la necesidad de humillar sin comprender su incapacidad de dominar, fueron varios, mis AMOS de un día… afortunadamente no perdi la fe, sabia la vida me pondría en camino de la persona adecuada, de ese ser a quien he pertenecido siempre pero no había encontrado.

Y sucedió, me encontré a mi Señor, mi AMO